Este es el sacrificio que la princesa Diana le pidió a Carlos que hiciera por su hijo William

Sus palabras fueron controversiales porque en ese momento, en 1995, aunque seguían casados, tenían unos años separados. ¿Evitar el escándalo? Siempre fue imposible. Aunque, quien causó el verdadero alboroto fue Carlos, cuando no pudo impedir que su relación con Camilla Parker Bowles saliera en la prensa sensacionalista. Esta fue la gota que colmó el vaso.

Exactamente, fue en 1993 cuando The Daily Mirror publicó las conversaciones telefónicas privadas que existían entre ellos. Si bien, para ese entonces los príncipes estaban separados, cuando las grabaron en secreto, en 1989, ellos estaban “felizmente” casados. ¿Consecuencias? En 1994, Carlos admitió la infidelidad públicamente y Camilla solicitó el divorcio a su esposo.

Además, Diana decidió dar esa famosa e infame entrevista en 1995. Sus palabras sacudieron a todo el mundo. Sin embargo, había más. Tres meses antes, Max Hastings, editor de The Daily Telegraph habló con ella en privado. En 2020, dijo que sus palabras fueron tan incendiarias, que decidió no publicarlas, ya que no solo involucraba a Carlos, sino también a su hijo mayor.

Seamos honestos: esa nunca fue una relación convencional. Se conocieron en 1977, en la casa familiar de Althorp, Inglaterra, en una cacería de urogallos. Ella tenía solo 16 años y él 29. Pero, lo llamativo es que Carlos salía con la hermana mayor de Diana, Sarah Spencer. Sin embargo, según informes, la jovencita fue quien les contó a sus amigos de la escuela todo lo sucedido.

Se encontraron en distintas ocasiones durante los dos años siguientes. Incluso, fue una de las invitadas al cumpleaños número 30 de Carlos. No obstante, en 1980 llegó el momento decisivo: se reencontraron en la casa de Philip de Pass, un amigo de Diana. Ahora bien, un año después, grabaron a Diana contándole a su coach de voz, Peter Settelen, cómo sucedió todo entre ellos.

Dijo que Carlos, prácticamente, se abalanzó sobre ella. ¿Su reacción? Le pareció extraño y sabía que no era bueno lo que estaba sucediendo. Sin embargo, no supo qué hacer porque nunca había tenido novio. Luego, se comprometieron en febrero 1981. Muy rápido, ¿cierto? Bueno, sobre la grabación ella dijo que solo se vieron 13 veces más antes de casarse.

Claro, que ahí no parecía haber mucho amor: El escritor real Robert Jobson dijo en su libro King Charles: The Man, the Monarch, and the Future of Britain que el príncipe le confesó su incomodidad a un amigo. Es de conocimiento público que Carlos sintió la presión de su padre, el príncipe Felipe y haberse negado a la boda habría sido un cataclismo, alegó Jobson. 

Independientemente de esto, llegaron al altar en julio de 1981. Todo siguió siendo apresurado. En menos de 12 meses, nació William y en 1984 llegó Harry a sus vidas. Ahora bien, antes de que este último cumpliera los dos años de edad, surgieron rumores de que Carlos estaría con su viejo amor Camilla, quien se casó con Andrew Parker Bowles en 1973.

Los amantes se separaron ese mismo año porque él se unió a la marina. No obstante, parece que no se dejaron de amar. ¿Y Diana? Era dolorosamente consciente de esta situación. Por esto, se separaron finalmente en 1992. Al respecto, The New York Times reseñó que en ese momento el Palacio de Buckingham estaba escribiendo el final infeliz del matrimonio fallido.

Aunque seguían casados, en 1994 Carlos hizo un movimiento extremadamente raro para un alto miembro de la realeza: confesó su secreto en una entrevista televisada. Claro que todos sabían que desde hace dos años atrás estaban separados. Por esto, Jonathan Dimbleby se atrevió a preguntarle sobre la fidelidad en su matrimonio y lo que contestó impresionó a muchos.

Si bien aseveró que siempre trató de ser fiel, admitió que lo logró hasta que la relación se descompensó irremediablemente. Con esto, el príncipe desequilibró a la realeza, incluso esta admisión de infidelidad enfureció a su padre, Felipe. No era para menos, ya que un hecho como este no tenía precedente en la familia.

Las cosas fueron diferentes al inicio de la entrevista. Resulta que en una primera versión no hubo tal revelación. En 2020, Max Hastings afirmó para el documental Diana: La verdad detrás de la entrevista en Canal 4, que fue un asesor de Carlos quien lo convenció de admitir el error. Por lo tanto, luego tuvieron que filmar el material adicional.

Exactamente, el periodista detalló que alguien le aseguró a Carlos que la traición se haría pública en cualquier momento. Entonces, lo convidó a admitirlo por sí mismo desde un lugar comprensivo. La idea le gustó y accedió. De todas formas, muchos comentaristas afirmaron que con la declaración, alteró para siempre la percepción pública que tenían sobre él y la realeza.

¿Y Diana cómo se sintió? Estaba furiosa e indignada por lo que estaba pasando. No se sentía conforme con el trato que le daba la familia real y, además, creía que todos aceptaban la relación de Carlos y Camilla. Esto lo afirmó su amigo cercano, el Dr. James Colthurst en el documental: The Diana Interview: Revenge of a Princess.

Entonces, ¿Diana realizó la explosiva entrevista para vengarse de Carlos? Muchos creen que lo hizo para contar su versión de la historia. Al final, se la concedió a Panorama un año después. Ahí se mostró increíblemente sincera junto a Martin Bashir. ¿El resultado? 23 millones de personas vieron el diálogo. Por esto, la BBC afirmó que esta fue la primicia de una generación.

"Bueno, éramos tres en este matrimonio, por lo que estaba un poco lleno", fue la famosa frase que lanzó para confirmar que sabía todo sobre la aventura de Carlos y Camilla. Ahora bien, también admitió que tuvo su propia aventura extramatrimonial con James Hewitt, un exoficial de caballería del ejército británico.

Ojo, hubo más revelaciones. Puso sobre la mesa su salud mental, un costo alto que tuvo que pagar por ser miembro de la familia real. Agregó que durante varios años experimentó bulimia y depresión postparto. También, habló abiertamente sobre sus luchas personales. No obstante, Max Hastings dijo que le faltó mencionar un evento clave sobre su matrimonio.

Más allá de esto, Diana supo ponerle la guinda a la torta. Cerró la entrevista diciendo que aunque no se veía como la reina de su país, solo aspiraba a ser “una reina en el corazón de la gente”. Sin duda, esto comprometió su lugar en la familia real, porque nadie supo nunca que ella daría esa entrevista, así que la dejaron aislada y sin apoyo, afirmó The Guardian.

En octubre de 2020, Ingrid Seward, periodista real, le dijo a The Telegraph que Diana tenía una inclinación llamativa. Le gustaba revelar sus asuntos personales e íntimos a extraños. Así que para ella, la princesa disfrutó viendo el efecto que causaría sus dichos.

La experta señaló que cuando vio la entrevista, inmediatamente concluyó que la princesa estaba haciendo algo usual en ella, solo que esta vez existía una gran diferencia. ¿Cuál? Esos secretos no quedarían en el ámbito privado sino en la televisión nacional. Por lo tanto, Seward no podía desestimar cuán impactante debió ser hablar con tanta franqueza sobre su matrimonio.

Ahora sí, saltemos a esta década. Desde octubre de 2020 se conocen más detalles sobre la historia, gracias a que el Canal 4 en Reino Unido emitió Diana: La verdad detrás de la entrevista. Pero, más allá de saber lo que sucedió antes del encuentro de 1995, Max Hastings apareció para hablar sobre una conversación secreta que supuestamente tuvo con Diana meses antes.

El exeditor del periódico contó que se reunieron en Berkshire. Al recibirla le dijo lo agradecido y halagado que estaba por elegirlo a él para dialogar. Ella, en cambio, afirmó que lo hacía porque estaba ansiosa de dar a conocer su versión de los hechos. Era tan fuerte esta necesidad que no evitó detalles extremadamente personales sobre su matrimonio, dijo el periodista. 

Fueron dos horas completas de un espectáculo maravilloso, puntualizó Hastings. Y es que Diana dejó al descubierto lo que sentía por Carlos. Sus sentimientos fueron evidentes de inmediato. En realidad, quedó claro que lo odiaba y no lo ocultó, dijo.

Fue tan franca con él, que cuando le preguntó si alguna vez fue feliz en el matrimonio, ella esbozó un contundente no. Diana aseguró que todo fue un infierno desde el primer día. Evidentemente, Hastings quedó sorprendido por tanta honestidad. 

Si esto te dejó pasmado, espera a leer lo que viene. Hubo una revelación aún más impresionante. Diana dijo que lo que más le importaba era la llegada de William al trono. Entonces, apuntó explícitamente que creía a Carlos incapaz de cumplir con las tareas del reinado, así que le pidió que se retirara por completo de la línea de sucesión, recordó Hastings.

Es decir, ella esperaba era que su esposo se hiciera a un lado para que William fuera nombrado rey, afirmó el periodista. Ahora bien, ¿por qué Hastings no publicó esta conversación? Es extraño, si recordamos que para ese momento era el editor de un periódico y por lo general, en esas circunstancias cualquiera se hubiese apresurado por difundirla. 

En el documental, Hastings explicó que en esa situación sintió que debía ayudarlos a controlar lo que estaba sucediendo y no a exacerbarlo. Claro que, quizás otras afirmaciones extravagantes que hizo Diana también ayudaron a que el material quedara archivado. 

Aparentemente, dijo cosas que parecían irreales o como las calificó el periodistas “para las hadas”. Tenían que ver con una supuesta conspiración para asesinarla. De hecho, Diana le preguntó si sabía algo de eso, a lo que él respondió que le sonaba “absolutamente loco”.

No obstante, ella estaba convencida. Era tan evidente su vulnerabilidad que mientras la escuchaba, llegó a sentir pena por ella. ¿Se trataba de un movimiento brillante? Hastings lo dudaba, más bien pensó que todo era culpa de sus asesores.

Para él, pasaban dos cosas: nadie la estaba aconsejando o ella no aceptaba los consejos que le daban. En cualquier caso, estaba en un lugar bastante negativo, aseveró. Curiosamente, otras fuentes pudieron corroborar eso tan oscuro que Diana pensaba. Una de ellas es Lady Colin Campbell, quien se relacionó con la princesa por una biografía no autorizada.

En noviembre de 2020, la escritora real le dijo a The Daily Beast que la entrevista con Bashir fue controversial porque él aprovechó los rasgos de la personalidad de Diana para manipularla. Campbell está segura de que conocía la fragilidad de su entrevistada y la capacidad que tenía de creer en cosas extravagantes que, por cierto, tenía sus raíces en una tragedia personal.

Se trata del fallecimiento de su exguardaespaldas, Barry Mannakee, en 1987. El hombre iba con un amigo en una motocicleta, cuando se estrellaron contra un Ford Fiesta en Essex, Inglaterra. Estaba atrás, así que salió disparado y casi instantáneamente murió. Pero, ¿por qué fue tan importante? Dicen que Diana y él mantuvieron una aventura secreta.

De hecho, la relación quedó confirmada luego de que en 2017, el documental Diana: en sus propias palabras, presentará una grabación de la princesa hablando sobre el tema. Dice que se enamoró de alguien que trabajaba en su entorno cuando tenía 24 o 25 años. Agregó algo más, dijo que “lo echaron y lo mataron”.

Si bien nunca nombró a su guardaespaldas, dio otros detalles que confirmaban la identidad de su amante. Contó que el chico, el amor más grande que había tenido, murió tres semanas después de que se fue. Ahora bien, así sucedió con Mannakee, a quien reasignaron del Palacio de Kensington al Grupo de Protección Diplomática de Londres antes de su prematura muerte.

Por esto, ella nunca creyó que fuera accidente. Estaba segura de que se trataba de un asesinato, dijo Andrew Morton, autor de Diana: Her True Story, en 2017 a The Sunday Times Magazine. Incluso, la princesa le pidió que hiciera las averiguaciones pertinentes para ver si tenía razón, agregó Morton. Además, la joven consultó sus sospechas con una clarividente.

Entonces, quizás fue esta experiencia la que hizo que se convirtiera en una persona paranoica. Hastings reveló que previo a su muerte, Diana siempre creyó que su vida estaba en peligro. Su exmayordomo, Paul Burrell también lo confirmó en su libro A Royal Duty. Ahí incluyó una carta que recibió de la princesa, diez meses antes de morir, donde predecía el método de su fallecimiento.

Burrel dijo que ella la escribió dos meses después del divorcio. Ahí detalló que, sin duda, estaba viviendo una etapa muy peligrosa porque su esposo estaba planificando una falla en los frenos de su automóvil para que tuviera una lesión grave en la cabeza producto de un accidente de tránsito. ¿El objetivo? Casarse con Tiggy Legge-Bourke, la niñera de sus hijos, y no con Camilla.

Finalmente, cuando murió en París, en 1997, los seguidores y teóricos de la conspiración se volvieron locos. Y a pesar de que Diana dio pistas sobre esto, nunca surgieron las pruebas que le dieran la razón. Las fuerzas dentro de la familia real o el estado británico son inocentes ante los ojos de todos, ya que concluyeron que fue un trágico accidente.

Después de todo, muchos se quedaron con las ganas de escucharla expresar públicamente, con su franqueza y, por qué no, con su paranoia, su deseo de que William sucediera a la Reina. A Martin Bashir le dio una respuesta sugerente. Dijo que quizás William era muy joven para asumir una carga como esa, por lo que no podía responder con exactitud esa pregunta.